La comunicación entre las unidades y entre los equipos de atención en el momento del traspaso podría no incluir toda la información esencial, o podría darse la interpretación incorrecta de la información. Estas brechas en la comunicación pueden provocar graves interrupciones en la continuidad de la atención, un tratamiento inadecuado y un daño potencial para el paciente.

Hay estudios que muestran que un 70 a 80% de eventos adversos están relacionados con fallas de la comunicación en el personal de salud.

En distintos análisis de la Joint Commission International se demuestra que el 63% de los eventos centinelas ocurrió por interrupción de la comunicación como causa principal. También es un factor de demandas por negligencia médica y errores que conllevan la muerte del paciente.

La comunicación en el momento del traspaso está relacionada con el proceso de pasar la información específica de un paciente

  • de un profesional de atención a otro y de un equipo de prestadores al siguiente, o
  • de los prestadores de atención al paciente y su familia a efectos de asegurar la continuidad y la seguridad de la atención del paciente, o
  • de una organización de atención sanitaria a otra, o
  • de la organización al hogar del paciente

La información que se comparte por lo general consiste en el estado actual del paciente, cambios recientes en su estado, tratamiento en curso y posibles cambios o complicaciones que pudieran ocurrir.

Los traspasos de atención del paciente tienen lugar en muchos entornos dentro de la totalidad de la atención, incluyendo de admisión a atención primaria, desde el médico que se retira al médico que lo cubrirá, el informe de cambio de turno de enfermería, el informe de enfermería sobre la transferencia de un paciente entre unidades o establecimientos, los informes de anestesiología al personal de la sala de recuperación después de una anestesia, la comunicación entre el departamento de emergencia y el personal del establecimiento que recibirá al paciente transferido, y el alta del paciente para su retorno al hogar o su traslado a otro establecimiento. Las situaciones son muy variadas y diferentes. Tienen diferentes matices. Y los interlocutores también son variados.

Los problemas que surgen en el momento del traspaso se originan en la forma en que están educados (o no) los prestadores de atención sanitaria (en cuanto al trabajo en equipo y las destrezas de comunicación), en la falta de buenos modelos de conducta y en un sistema de atención sanitaria que promueve y recompensa la autonomía y el desempeño individual, como se señala en las Soluciones publicadas por la Organización mundial de la Salud en el año 2007.  Esta situación siempre se ha contrapuesto con el modelo mental compartido, que hoy se fomenta en los entrenamientos de trabajo en equipo.

Además, si bien la especialización de los facultativos de atención sanitaria puede mejorar el tratamiento médico, la especialización de la atención también implica más personas y unidades involucradas en la atención del paciente, lo cual puede complicar la comunicación.

Otras industrias de alto riesgo como las de aviación y energía nuclear siempre están aprendiendo lecciones sobre cómo mejorar los traspasos. Una de esas lecciones es la necesidad de contar con un idioma común para comunicar la información crucial. En medicina la incorporación de técnicas de informes de situación tales como el proceso SBAR (sigla en inglés correspondiente a Situación, Antecedentes, Evaluación y Recomendación) o IPASS (también sigla en inglés que corresponde a Importancia de enfermedad, Paciente, Evaluación, Situación y Síntesis) pueden proporcionar un marco estándar para la comunicación en el momento de traspasos de atención de pacientes. Simplemente proporcionando oportunidades para que los prestadores de atención hagan preguntas y las resuelvan puede mejorar la efectividad de las comunicaciones en el momento del traspaso.

La racionalización y estandarización de los informes de cambio de turno puede mejorar el razonamiento crítico, al igual que minimizar el tiempo que se pasa lejos del paciente. El volver a leer es otra técnica efectiva empleada en los traspasos, donde el receptor de la información anota la misma y luego la vuelve a leer al proveedor de la información, para obtener la confirmación de que fue comprendida correctamente. Este método puede utilizarse cuando se comunican datos o situaciones críticas.

La participación de los pacientes y las familias en el proceso de atención se está reconociendo, cada vez más, como un aspecto importante de la prestación de atención. El paciente y su familia son la única constante, y por ende están en condiciones de desempeñar un papel fundamental para asegurar la continuidad de la atención.

El alta hospitalaria es una etapa crucial en la que la comunicación de la información a pacientes y familiares se torna de vital importancia. El compromiso de los pacientes a veces resulta más difícil debido a su bajo nivel de instrucción sobre salud. La expresión instrucción sobre salud se ha definido como la capacidad de las personas de obtener, procesar y comprender la información y los servicios de salud básicos necesarios para tomar decisiones de salud adecuadas. Hay técnicas de educación o alfabetización de pacientes, como el método Teach-Back que permite saber si el paciente ha logrado entender las instrucciones al momento del alta. Esta técnica implica pedir al paciente que describa lo que acaba de escuchar, para evaluar su nivel de comprensión.

MÉTODO SBAR (SAER)

Este método es una herramienta de comunicación efectiva y proviene de la marina de los Estados Unidos y fue desarrollada como técnica de comunicación de los submarinos nucleares. Su aplicación al ámbito de la salud data de finales de 1990. Desde entonces ha sido adaptada por hospitales y centros de asistencia en todo el mundo como una forma sencilla pero eficaz de estandarizar la comunicación.

Por sus siglas significa, en español: Situación, Antecedentes, Evaluación, Recomendación.

SBAR (SAER) crea un modelo mental compartido para la trasferencia eficaz de información, porque proporciona una estructura concisa y objetiva, mejora la eficiencia y la precisión de la información y fomenta la seguridad de paciente.

METODO IDEAS

Es un método estandarizado para la transmisión de información durante el parte verbal a través de un check-list de cinco puntos recogidos en el acrónimo IDEAs que contienen la información necesaria para garantizar un conjunto mínimo de datos que permitan la continuidad de la asistencia.

El parte no debe limitarse a una enumeración de los datos y constantes, debe reseñar las funciones alteradas y destacar los elementos más relevantes. Pero siempre debe dejar claras una serie de cuestiones imprescindibles en cada uno de los apartados.

Ver figura 2

METODO I-PASS

Método creado por el Instituto I-PASS en un intento de disminuir las fallas de comunicación.

Sigue una mnemotecnia, igual que los otros métodos.

Si visitamos la pagina web oficial, tendremos la posibilidad de solicitar una demostración. (https://www.ipassinstitute.com/). También en la página del IECS tenemos la posibilidad de descargar en forma gratuíta la guía de entrenamiento (https://cicsp.org/wp-content/uploads/2020/04/Autoentrenamiento-IPASS.pdf)

PAUTAS GENERALES PARA UNA BUENA COMUNICACIÓN

Definimos metacomunicación como la comunicación acerca de la transmisión de información. Está centrada en cómo interpreta el receptor el mensaje que recibe del emisor. Aún en el supuesto de que logremos implantar el uso de un lenguaje común y propio en nuestros partes, no queda exenta la posibilidad de que surjan distorsiones al interpretarse erróneamente o pueden verse distorsionados por elementos externos (ruidos, distracciones…) o encontrarse contradicciones frente a otras fuentes de información. Por ello se hace imprescindible mencionar una serie de pautas a la hora de comunicarnos que eviten en la medida de lo posible estas distorsiones del mensaje.

A la hora de contar el parte:

  • Busque un entorno libre de ruido, disminuirá las distorsiones y mejorará el confort del paciente.
  • Lo más próximo a la cabecera del paciente, permite señalar e identificar in situ los elementos y plantear dudas operacionales.
  • Prepare de antemano la información que precise, tenga cerca el material de soporte si es preciso.
  • Reserve un tiempo suficiente para el parte.
  • Nunca mezcle información de varios pacientes.
  • Permita que se planteen dudas y consultas durante el mismo.
  • Separe los comentarios e impresiones de las evidencias.
  • No interrumpa el parte salvo por necesidad justificada.
  • Confirme explícitamente la comprensión de los elementos clave.
  • Deje constancia por escrito de las incidencias e instrucciones.

CONCLUSIONES

¿Cuánta de la información prevista en el primer pase se retiene en el ultimo en un fin de semana típico, con 5 pases de guardia? En un estudio de Bhabra G, Mackeith S, Monteiro P, Pothier D. Una comparación experimental de los métodos de traspaso. Presentado en Ann R. Coll Surg Engl en el año 2007 (89: 289-300), especifica que:

  • Si no hay pase escrito solo llega un 2,5%
  • Si se toman notas, un 85,5%
  • Si se usa una plataforma con proforma llega un 99%

La cultura en líneas generales no promueve pases exitosos. Seguramente porque no se trabaja en equipo habitualmente. Son muchos individuos que convergen en una función parecida, pero no se sienten ser parte de algo. Además, siempre hay conductas disruptivas. Estas conductas no necesariamente tienen que ser grito o malos modos sino también no prestar atención, estar “en otra parte”, distraerse con un teléfono, por dar algunos ejemplos.

En líneas generales hay métodos de comunicación inefectivos, de tipo informales y cada uno con su propio método. Algunos entregan información imprecisa y defectuosa. Quien recibe tiene otras prioridades y le impiden focalizarse en el paciente que se entrega.

Cualquiera que sea la explicación o la excusa, las consecuencias de una mala trasmisión de información en el pase de mando, las sufre el paciente. Habrá posibilidad entonces de que el paciente reciba un retraso de tratamiento, o tratamientos inapropiados, u omisiones de atención, que llevará potencialmente a eventos adversos con la consecuente prolongación de la internación, aumentos de costos e ineficiencias globales de la atención.

Ser un buen profesional de la salud, no solo implica tener entrenamiento en habilidades duras, como lo son adquirir la suficiente expertiz para lograr que nuestros gestos sean de calidad y seguros cuando lo realizamos al paciente. Debemos adquirir habilidades blandas, tales como la comunicación adecuada con un método especifico, desarrollar nuestra escucha activa y adquirir el modelo mental compartido para poder asegurar que nos estamos dedicando con seriedad al cuidado de las personas que nos confían una etapa muy infeliz y vulnerable de su vida. Si no logramos mejorar estas habilidades en forma individual y colectiva institucional, no estaremos logrando entregar una asistencia de calidad y seguridad.

Hasta la próxima!